domingo, 16 de diciembre de 2007

sur o no sur

Quiero estar ya en el coche rumbo a Paraná. La ruta. Los mates. El verde. Sacar la mano por la ventana. Ver los ojos contentos de Yayo. Llevar sólo un vestidito. Las hawaianas marrones. Sentir que se deshace el nudo en el estómago. Poco a poco.

Que me de el sol en la cara. Respirar aire húmedo. Quiero dejar de pensar en mí.

Estoy contenta. Quiero saber ya cómo son los seres que se atreven a lanzarse conmigo a esto (si lo pienso, quiero salir corriendo otra vez...pero, no, hay que aprender a confiar, a dejarse contener).

(Estos días sentí el deseo enorme de escapar y que nunca más se supiera de mí).

Mandaré la dirección de este blog a más personas. Espero encontrar cibercafés por ahí para seguir contando cosas.

Gracias a todos los que me aguantaron esta semana. Por los ánimos. Los abrazos. Las críticas. Los consejos. (Y las cervezas, los vinos, los rones, los vodkas... je, je).

Allá vamos.

2 comentarios:

Meninjana dijo...

Esa sensación dicen que la tienen las novias antes de las bodas...Mucha suerte...¡y a disfrutar!

Laura dijo...

vamos todavia!! mucha suerte y espero ver fotos y leer historias de la mesopotamia argentina.